Actualmente Montilla Moriles se ha convertido en una de la Denominaciones de Origen más dinámicas del panorama vitivinícola Español con la irrupción en el mercado de nuevas y diferentes variedades de vinos Pedro Ximénez elaborados bajo criterios estricta y exclusivamente Medioambientales como es el caso de Bodegas Robles S.A. la cual ha sido pionera en el mundo en desarrollar un vino certificado como ecológico (Piedra Luenga) y de una calidad tal que le ha hecho merecedor del Bacchus de Oro o del premio Baco de Oro como mejor vino joven de cosecha.
Esta Bodega también tiene el honor de comercializar el vino Pedro Ximénez Robles Selección 1927, el cual ha sido galardonado con prestigiosos reconocimientos Internacionales como GRAN ORO en VINALIES, GRAN ORO en VINITALY o bien ORO en BRUXELLES, esto ha permitido que Montilla Moriles tenga un vino Pedro Ximénez catalogado como uno de los mejores 50 vinos del mundo.
Junto a los tradicionales Pedro Ximénez, auténticas joyas enológicas, en los últimos años han surgido unos Pedro Ximénez atípicos, más actuales, más frescos, de añada”, Estos vinos tratan de capturar en botella el momento en que las uvas pasificadas llegan a la bodega, se extienden en capachos y una prensa hidráulica se ocupa de extraer el mosto, que despliega en ese momento un abanico impresionante de aromas a resina de cerezo, jaleas de membrillos y miel que inundan toda la bodega. Especialmente indicados para devolver al PX a su lugar de privilegio en la mesa y que se pueden seguir disfrutando después de una segunda copa. Gran importancia tienen los vinos Pedro Ximénez sin crianza como son los anteriormente citados Ecológicos Piedra Luenga de Bodegas Robles, los vinos de Pérez Barquero, Bodegas Alvear ó Toro Albalá, todas ellas pertenecientes a la D.O. Montilla Moriles.
Los Pedro Ximénez ecológicos, por otra parte, vienen para ensanchar nuestra experiencia sensorial: sabroso, saludable y sostenible son valores completamente asentados en la sociedad actual y construyen un nuevo concepto de calidad. El trabajo en viñedo con levaduras autóctonas es fundamental en estos vinos, responsable último de que el Pedro Ximénez exprese plenamente su identidad. En definitiva, se trata de recuperar el respeto y el cuidado de la uva en la búsqueda de la máxima calidad frente a los tratamientos químicos y la mecanización.